top of page

NUDOS QUE LIMITAN LA MANIFESTACIÓN

Tendemos a vivir nuestra vida basados en los sistemas de creencias que llegaron en la infancia lo cual provoca ciertos nudos que limitan nuestra manifestación.

Estos nudos están sustentados en una serie de creencias que se crean en la primera infancia, también llamadas como creencias primarias o limitantes, no porque sean malas sino porque al ser creadas en la infancia tendemos a no cuestionarlas y llevarlas a lo largo de nuestra vida, de los cuales posiblemente fueron creadas bajo una buena intención pero des-afortunadamente la gran parte nos limita en nuestro desarrollo.

LOS 3 NUDOS BÁSICOS:

1. Tengo que ser suficientemente buena para merecer el amor de los demás:

Aprendido con la frase “tienes que portarte bien porque las niñas malas son feas y nadie las quiere”

Ocasiona que vaya por la vida complaciendo a los demás.

Tenemos que ser suficientemente buenos para merecer cualquier tipo de emoción buena de los demás. Esto se crea en el momento de que los papás nos dices consecutivamente:

-Tienes que ser bueno porque a las niñas malos nadie los quiere

-Las niñas malas son feas

-A las niñas groseras nadie las quiere

-Saluda porque sino nos vamos y no te doy tu dulce.

El punto es que nos hacen creer que ser una niña buena es ser una niña que se la pase sentada, callada sin hacer ruido, sin correr. Cuando la realidad es que un niño normal corre y está descubriendo el mundo. Entonces esta creencia nos va forjando una culpa porque sentimos que tenemos que ser buenos para poder ser amado, traduciendo esto cuando vamos por la vida tratando de complacer a los demás aun acosta de nuestra propia felicidad y bienestar. Vemos que ya en la vida adulta hay personas que hacen sacrificios impresionantes con la finalidad de ver a las personas cercanas felices, cuando la realidad es que primero tenemos que ser felices por dentro para luego agradar a los demás y que no siempre lo vas a lograr pero que es una realidad con la que te tienes que enfrentar.

2. Es importante ser el mejor para que me validen los demás.

Aprendido con la frase “tienes que ser el mejor”

Ocasiona estrés y angustia ya sea porque no lo alcanzas o porque tienes que mantenerlo.

Es importante ser el mejor para ser valioso para los demás. Lo escuchamos cuando los padres le dicen a sus hijos cosas como “tu se lo que quieras ser pero asegúrate de ser mejor”. En la escuela los primeros años incrementa esta creencia, ya que todo el tiempo se le felicita al mejor poniéndole cuadros de honor y entonces se convierte en una competencia para ser el mejor, buscando la aprobación de los demás logrando éxitos.

El problema de esto, principalmente es que nos genera estrés, porque tenemos que competir contra muchos ya que no todos pueden ser el primer lugar, y sin embargo una vez que llegas al primer lugar entonces tenemos dos problemas:

1.Tratar de conservar ese lugar el mayor tiempo posible

2.Aquel que es el primer lugar se convierte en el blanco de la envidia de los demás ya que muchos se encuentra buscando ese lugar y simplemente se crea un problema mayor.

Cuando llegamos a la vida adulta se traduce en una competencia constante y en un cargo de responsabilidades, gastos y cosas innecesarias para nuestra vida, tales como estar luchando por tener una casa en un lugar determinado, un carro determinado, simplemente luchando para que los demás se den cuenta que soy una persona exitosa, que soy la numero 1. el problema con esto es luego nos topamos con personas que gastan más de lo que tienen para poder darse un “estilo de vida” que se vea como una persona exitosa económicamente. El resultado de esto es que terminamos sacrificando nuestra calidad de vida por el estilo de vida.

Estilo de vida: lo que los demás ven

Calidad de vida: lo que realmente soy.

3. Ver en extremos, o es blanco o es negro.

Aprendido con la frase “si no eres completamente buen hijo, entonces eres malo”

Ocasiona que si cometo un error se genera una culpa muy pesada.

Nos enseñan a ver las cosas en términos extremos, solamente como buenas o malas, de tal modo que la regla se convierte en que si no eres bueno, entonces, eres malo. Y todas aquellas conductas que nos enseñan que son malas y si en algún momento cometemos un error entonces esto empieza a generar culpa. Muchas veces hay actitudes que no necesariamente son malas sino que dependen de la situación y contexto. El problema es que cuando nosotros comenzamos a pensar desde esta creencia, es decir que las cosas son solo buenas o malas limitan nuestra capacidad de acción y de hacer cosas porque siempre tengo que hacer “lo correcto” de lo contrario estaré cometiendo errores o estaría yendo en contra.

El objetivo es darnos cuenta y poder cuestionar nuestro sistema de creencias para poder modificarlo y permitirnos ser y hacer otras cosas y entonces desatar estos nudos y lograr el potencial para nuestro sano desarrollo.

JESUS EDUARDO ESPINO.

Facebook/ servicios integrales de psicología

Teléfono: 4448 664017

bottom of page