Reconocer tu esencia es reconocer tu poder.
Uno de los grandes cambios que existe en la cultura hoy en día es el crecimiento espiritual, nos damos cuenta porque hay mucha gente que ya cree en la energía, que hace yoga, que medita o que simplemente empieza a creer en un lado muy sabio y muy espiritual dentro. Esta idea de crecimiento me encanta, pero algo con lo que me topo constantemente es la famosa “misión de vida” en terapias se encuentran impacientes por saber cuál es su misión, lo veo con amistades, con familia y supongo que tú también has conocido gente que está muy frustrada porque no encuentra cuál es su misión de vida, mientras otras personas son felices porque dicen haberlo encontrado.
A mí me queda claro que simplemente no existe una misión de vida asignada por alguien más que NO seas tú misma. Yo sé y comprendo que tú no te creaste a ti misma, pero si eres la que se sucede a sí misma y en ti está encontrar algo que te haga pensar que estar haciendo una misión muy importante. Tal vez se escucha complicado, pero para reconocer tu misión necesitas reconocer tu pasión y cuando decides invertir y trabajar sobre ella es cuando tomas la decisión de sucederte a ti misma permitiéndote vivirte.
Desde que eres chica te han pasado una serie de sucesos y eventos en tu vida que te han ido formando y conformando hasta la persona que eres hoy y así como existen cosas que te disgustan también existen cosas que te gustan y sobre todo las cosas que te apasionan que te hacen latir tu corazón tan fuerte que lo único que te queda es vivir en el aquí y en el ahora, las cosas que te apasionan no te das cuenta del tiempo que duran y cuando volteas atrás crees que todo paso muy rápido, y es que esas cosas hacen que pierdas definitivamente la noción del tiempo; justo eso es lo que en lo que Jesús nos enseña como “vivir en la eternidad” porque solo así es cuando disfrutas de ti y de todo lo que te rodea. El único problema es reconocer la pasión que vine desde tu esencia para no confundirla con la “pasión” que viene desde tu Ego que más bien yo la llamaría los trucos orgullosos del Ego, ya que mientras la primera, tu esencia, te convierte en una persona empoderada y centrada en ti, y el truco orgulloso del Ego simplemente te da egocentrismo (hace que te centres en tu Ego) y por ende te quita tu verdadero poder interno.
Si buscas conectar con tu misión de vida entonces enfócate primero en reconocer tu esencia, ya que reconocer tu esencia es reconocer tu poder, y reconocer tu poder es encontrar tu pasión la cual te lleva finalmente a trabajar sobre tu misión de vida. Cuando haces esto comienzas a enseñar lo que verdaderamente eres, enseñas tu verdadera esencia. Uno aprende lo que enseña y por ello es mi énfasis en que cuides y analices lo que te encuentras enseñando al mundo, a la gente que te rodea, a tu familia, amigos o pareja. Si tu estas en un lugar que no te apasiona probablemente estés enseñando puro cansancio, malas caras, fatiga impaciencia y justo eso es lo que tu estas aprendiendo porque ¡uno aprende lo que enseña! Pero si te encuentras trabajando por tus pasiones seguramente estas enseñando amor, felicidad, paciencia enseñas sonrisas, y por lo tanto justo eso aprenderás.
¡Reconocer tu esencia es reconocer tu poder, es encontrar lo que te apasiona para enseñar justo lo que quieres aprender!